Una obviedad: las y los jóvenes con alguna discapacidad presentan las mismas necesidades y deseos sociales, relacionales, eróticos y excitativos que el resto de chicos y chicas de su edad.
Algo igual no tan obvio: no tienen las mismas alternativas, en muchas ocasiones pueden no saber qué les sucede y, por si fuera poco, suelen desconocer cómo resolver sus necesidades de forma eficaz y satisfactoria. Se añade además que este desconocimiento acostumbra a ser mayor cuanto mayor es el grado de intimidad de dichas necesidades y deseos.
Por ello, mirarlos (mirarlos, sentirlos, interactuar con, crear expectativa de, etc.) como los y las jóvenes sexuados que son, nos parece un buen y necesario primer paso.
(Pub. en facebook del Instituto de Sexología Incisex, 14 de Febrero de 2013, por Antonio Cubillo Herraiz y Samuel Díez Arrese)
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